lunes, 30 de junio de 2014

BUENAS NOCHES

No soy amante del verano, pero me sirve para descansar, y en cuanto empieza la canícula, indefectiblemente, releo a Josep Pla. Él me enseñó dos cosas muy importantes para mí, la tolerancia y la humildad. Puedo disfrutar sus libros en castellano o en catalán, porque su prosa es diáfana como las mañanas de esta estación en la que me aletargo y distraigo tanto. Cuando alguien con inquietudes literarias comete la imprudencia de preguntarme qué le aconsejaría leer, suelo recomendarle “La huida del tiempo”, que es un libro ameno y sabio, de los que acompañan siempre, sin abrumar ni atosigar, sea cual sea el estado de ánimo, el propósito o la edad del lector. El insigne payés era un tipo curioso y de los más peculiares que he conocido en mi ya largo deambular por los vergeles y desiertos de las letras –que de todo hay en ellas-, y muy a pesar suyo, pues se obstinaba en negarlo, un gran poeta que nunca escribió versos.

Volviendo al verano que a tantos entusiasma, como entiendo que es necesario y que la naturaleza no da puntadas sin hilo, me limito a aceptarlo. Creo que la mar hace lo mismo, y se resigna al sin fin de vociferantes bañistas que, embadurnados de aceites y cremas, chapotean a diario en sus orillas. En estas fechas prefiero la montaña o el campo, y en ellos me refugio en cuanto puedo. Comer, beber, leer, pasear y, sobre todo, dormir muchas horas, libre de teléfonos, ordenadores y obligaciones, me rejuvenece el espíritu. Tiempo habrá de escribir y pensar en cosas aparentemente más serias. Ahora sólo me apetece soñar y descansar.

domingo, 8 de junio de 2014

BUENAS NOCHES

Nunca dejo de sorprenderme. Cada momento sucede algo nuevo, maravilloso o terrible que, para bien o para mal, me sorprende. De joven pensaba que a la edad que tengo ahora todo sería distinto, ¿de qué va a sorprenderse quien ha vivido tanto? Pues miren, no es así, porque la capacidad de sorpresa del ser humano es inagotable y le dura hasta la muerte, y quién sabe si más allá. Es cierto que tenemos la ingenuidad o la osadía de pensar que los otros ven las cosas de la misma manera que nosotros. Si así fuese el mundo sería un oasis de paz y, ¿por qué no decirlo?, de aburrimiento. Pero somos islas, no continentes, y el hecho de que algunos estemos de acuerdo en ciertos principios y creencias, no significa que pensemos igual. Creo que fue Gide el que afirmo que lo más profundo que tiene el hombre es la piel. Acepto la ironía, aunque una persona o persono –como gusta decir cierto presidente- tiene honduras a las que ni con la imaginación se llega. Seguramente es ahí abajo donde están las respuestas. Aquí arriba flotamos en un agitado mar de preguntas y dudas, en el que vamos de sorpresa en sorpresa ante las distintas –nunca nuevas- vicisitudes que se nos presentan a diario, sin que entendamos la razón ni el porqué. Privilegios y servidumbres de estar vivos, supongo. Y siendo así, me alegro de que me sorprendan y de sorprenderme a mi mismo a veces.  

sábado, 7 de junio de 2014

BUENAS NOCHES


La vida está compuesta de luces y de sombras, que se encienden y apagan, que aparecen y desaparecen. Sólo una nos ilumina siempre, sólo una nos sigue a donde quiera que vamos. Tal vez la misteriosa luz sea sólo una pavesa de la llama infinita y eterna a la que llamamos Dios. Quizá un fantasma no sea más que una sombra que perdió a su dueño y ya no tiene a quien seguir.

viernes, 6 de junio de 2014

BUENAS NOCHES


Cada vez juego menos al escondite. En realidad jamás me gusto ese juego. De niño, tal vez porque no he sabido nunca esconderme, a mí era al primero que buscaban. Mi prima se enojaba conmigo: “¿Por qué siempre te escondes en el mismo sitio?”, y yo no me atrevía a confesarle que deseaba que me encontrara pronto, porque prefería perder cuanto antes con tal de tenerla a mi lado. “¿Eres tonto?” Lo era, todo el que se enamora lo es. En el desangelado mundo de los adultos, es más fácil esconderse y que no te encuentren. Eso suponiendo que haya alguien que quiera buscarte. Pero no me escondo, y cuando otros lo hacen, corro a buscarlos inmediatamente. Continuo siendo el mismo tonto de antaño, no me han cambiado los desengaños ni la edad. Cierto que uno envejece por fuera y se le deteriora la carcasa, pero no deja de ser el que fue. Por mucho que retroceda en el tiempo, puedo reconocerme. Lo sustancial no cambia, al menos en esta vida, en la otra no lo sé.

martes, 3 de junio de 2014

BUENAS NOCHES



Según nacen voy dejando poemas colgados en el bosque, a la espera de que ustedes los adopten y alimenten leyéndolos. La poesía no es nada sin ojos y orejas que la reciban. De vez en cuando –no siempre- me siento a contemplarlos por ver como caen sobre ellos los “me gusta”, esa especie de rocío generoso y amable que antecede a los comentarios. Mentiría si dijese que no los espero, pero aún me alegran e ilusionan tanto como el primero que recibí hace cuatro años. Recuerdo infinidad de versos de otros, los míos se me olvidan, soy incapaz de memorizarlos. No me preocupa lo más mínimo, porque no escribo para mí. El día que me decida a publicarlos en un libro, y me vea obligado a hacer una selección, no sé cómo haré para elegir entre tantos. Será como pedirle a un padre que escoja entre sus hijos los que más le gustan. No será fácil ni justo hacerlo, ya que todos, independientemente de su valor literario, significan mucho para mí, y hay entre ellos varios “papitos feos” a los que no querría relegar. En fin, todavía es pronto para pensar en eso. Cuando llegue el momento estoy seguro de que mis maestros y amigos me ayudaran en la tarea. Todo se andará. 

lunes, 2 de junio de 2014

BUENAS NOCHES


Me he pasado la vida andando por inhóspitos pedregales, tropezando, cayendo y levantándome a duras penas, porque había que seguir adelante. Da igual cuál sea el obstáculo y el ánimo, lo cierto es que hay que seguir como se pueda. No esperes que nadie acuda a ayudarte, ni sueñes con senderos llanos. La vida es una dura prueba que has de superar solo. Lo que no puedas conseguir por ti mismo no se lo pidas a otros. Cuando regales algo hazlo sin aspirar a nada, la generosidad es en si misma la mayor recompensa.