jueves, 23 de octubre de 2014

BUENAS NOCHES


No soy ni seré nunca filósofo. Los filósofos se dedican a explicar la Naturaleza, la vida, la mente y el alma del ser humano. Para mí la Naturaleza se explica perfectamente ella sola, la vida es tan maravillosa como incomprensible, y los seres humanos somos tan diversos, complicados y contradictorios, que se precisarían ocho mil millones de explicaciones diferentes para tratar de definirnos; y dudo que aun así lo lográramos. De modo que yo no explico, opino. Y, en vez de dar lecciones sobre lo que no sé, me dedico a admirar aquello que nunca lograré aprender. Hay mucha diferencia entre contar vivencias personales, dudas y creencias, y la obsesión de algunos por pontificar. La Verdad existe pero está fuera de nuestro alcance. Hemos de contentarnos con pequeñas verdades para entendernos y seguir tirando del carro. Un carro en el que sobran infinidad de trastos, pesados e inservibles, y que avanza –lo de que avanza es un suponer- por un lodazal plagado de obstáculos, sin que se sepa adónde hay que llevarlo ni por qué. La verdad es que hoy no fue mi día, y ando un tanto disperso, confuso y desganado esta noche. Culpemos al calor, y a ciertas decepciones que es mejor olvidar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario