viernes, 28 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES


Uno se cansa de tener que pasarse la vida dando explicaciones cuando no se las pide a nadie. Uno se cansa de que lo mal interpreten a diario. Uno se cansa de que se obstinen en señalarle caminos por los que no le apetece andar. Uno se cansa de que sea tan difícil de entender que cuando escribe no trata de viajar al pasado sino que simplemente lo recuerda. Uno se cansa de tener amigos y amigas a los que no les puede expresar su desacuerdo porque lo toman como una agresión. Uno se cansa de que le reprochen haber cambiado cuando los que han cambiado son ellos. Uno se cansa de quienes confunden la amistad con enamoramiento. Uno se cansa de que le pongan una cara en privado y otra en público. Uno se cansa de tener que mostrarse amable cuando está enfadado. Uno se cansa de malgastar paciencia y tiempo en rebatir bobadas. Uno se cansa de tantas ironía y sarcasmos envueltos en buenas intenciones. Uno se cansa de tener que decir “si” cuando es “no”, para evitar guerras y cataclismos absurdos. Uno se cansa de no poder publicar la música que le gusta sin levantar ridículas sospechas. Uno se cansa de que los que se mantienen al margen cuando alguien lo insulta o maltrata ante sus amistosas narices, luego se unan y hagan causa común en su contra por cualquier nadería. Uno se cansa de tener que ceder y pedir disculpas siendo otros los que tendrían disculparse. Uno se cansa de ingratitudes y desaires. Uno se cansa de los desmemoriados y desmemoriadas, que lo censuran por hacer lo mismo que ellos hicieron antes. Uno se cansa de los egoístas que no dudan en utilizarlo cuando y en lo que les interesa, y entienden el favor o la ayuda como una especie de justo tributo a sus méritos. Uno se cansa de hipocresías y despropósitos. Uno se cansa de cansarse a diario prestando atención y preocupándose por quienes no lo merecen. Y para no cansar más a aquellos que están al margen de todo esto, y cuentan con el respeto y la gratitud del que junta estas letras, uno se cansa de uno mismo, y de no dar, de una vez por todas, un puñetazo en el teclado y soltar un ¡Hasta aquí hemos llegado! Bueno, en cierto modo, creo que ya lo di y lo solté.

miércoles, 26 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES


Como cada noche, a la hora de juntar letras, me asalta la duda de a quién va a interesarle lo que yo escriba. Cuando no tengo claro lo que deseo decir, la página o la pantalla en blanco me pone los pelos como escarpias y me entra el miedo escénico. Hoy, una vez más, tuve que enfrentarme a quienes pretenden tener siempre razón. Es imposible dialogar con ellos, porque se ciñen al guión sin desviarse un ápice de lo establecido, y a mí me encanta improvisar. Vivir y actuar según lo previsible y lo acordado resulta tan aburrido, que prefiero salirme del camino y andar campo a través. Ya sé que es arriesgado, pero merece la pena tropezar y equivocarse una y mil veces, a cambio de ser libre y experimentar sensaciones nuevas sin resignarse ni renunciar a nada. Con el corazón por delante y el cerebro detrás tratando de corregir el rumbo y frenar sus alocados impulsos, navego por el río del tiempo sabiendo a dónde, pero no por dónde, me lleva. Todos, hasta los más ilusos, conocemos el destino final de este viaje que a mí se me está haciendo corto, demasiado corto. Del niño que subía a su atalaya en la azotea a ver amanecer al casi viejo de ahora, apenas si hay distancia. Sólo una incomprensible y engañosa cifra de años difícil de creer. Saltando de recuerdo en recuerdo, en pocos segundos me pongo de entonces a aquí, porque en medio apenas encuentro nada relevante en lo que detenerme. Si acaso algún que otro instante en el que fui feliz o creí serlo, y tras él el vacío de la desdicha, la rutina y el tedio. Lo demás son “historias que recordar no quiero”, y esperanzas y sueños que nunca llegaré a realizar.

lunes, 24 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES

Ignoro –y tampoco me interesa saberlo- cuántas lunas me quedan de vida. Sean cuales fueren, espero aprovecharlas y evitarme tropiezos innecesarios.

El primero, y sin duda el más doloroso: Amar a quien no me ama. El segundo: Regalar mi confianza a alguien. La confianza no debe ser un regalo, hay que ganársela. Tercero: Confundir avispas con mariposas. Ambas tienen alas y vuelan, pero las mariposas carecen de aguijón. Cuarto: Desear en vez de actuar. Los deseos no pasan de ser meras posibilidades, en cambio, los actos son hechos que, aunque no sea en la dirección acertada, nos permiten avanzar. Quinto: Pedir peras al olmo. Además de ridículo es injusto pedírselas, porque no puede darlas y nunca las dará. Sexto: Creer que los sueños son un anticipo de la realidad. La realidad se basa en un cúmulo de probabilidades, y es fruto de la voluntad, de la constancia y del esfuerzo. Lo sueños son ilusiones y espejismos. Séptimo: Esperar sentado a que la puerta se abra. Si llamas repetidas veces y no se abre, o tratas de abrirla y no puedes, no pierdas tu tiempo ante ella. Como bien decía Borges: “Es la puerta la que elige, no el hombre.” 

domingo, 23 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES


Escribo esto desde mi rincón y no desde mi celda como el gran poeta sevillano, porque suelo escribir allí donde me viene la necesidad de hacerlo sin que me condicionen el entorno ni el lugar. Ahora que ya no se oye ningún ruido en la calle, y suena de fondo la música de Liszt magistralmente interpretada por Kissin, es el mejor momento para quienes al escribir usamos la memoria en vez de la imaginación. Me siento tranquilo y en paz conmigo mismo, lo que no es muy frecuente, pero a veces sucede y lo aprovecho para relajarme y disfrutar. No llueve, no hace frío, y la luna pasó hace un rato frente a mi ventana, me sonrió y se fue. Lo único que me apetece es esto, juntar letras pero no decir nada. Si acaso, cuando acabe la música, escucharé los latidos de mi corazón. ¿Saben? El aíre fresco de la madrugada me trae aromas de jazmín y siento que está cerca, muy cerca, la primavera. Sólo de pensarlo mi corazón pasa de un lento Adagio a un Allegro ma non troppo que no sé si pueden oír. Espero que a mí, como al olmo viejo de Machado, también me broten algunas hojas verdes. ¡Qué así sea! ¡Salud!

viernes, 21 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES

El otro día, uno de los jóvenes con los que tanto disfruto y aprendo, me contó que había soñado con una chica que le gusta mucho, y que, cuando al día siguiente se lo dijo, ella se enfadó. ¡Hombre, don Tomás –se quejaba el muchacho- ¿tengo yo la culpa de soñar con ella?! Mientras me reía le aseguré: -No, por supuesto que no, pero si de molestarla contándole tu sueño.
Los hay que piensan que el hecho de estar enamorado justifica el asediar a la persona amada cuando no son correspondidos. Pensar que el amor puede ser conquistado es una creencia absurda, y de la conquista al acoso va un paso. Incapaces de aceptar el “no” por respuesta, prefieren interpretarlo de mil maneras, menos de la más simple y adecuada: no me ama. Ante su impaciencia y sus  -¿Qué le digo?”, lo único que se me ocurre es –Nada, no le digas nada. Si es cierto que siente lo mismo que tú, sabrá valorar tu silencio y que respetes su decisión más que el que la estés incordiando. Y si no lo siente, acabará harta de ti. 

Tengo claro que no me hacen el menor caso, y no se lo reprocho. De joven, y de no tan joven, cometí el mismo error. Así que, cuando acaban descalabrados en la dura realidad, ni se me ocurre el tan molesto como innecesario -¡Te lo dije! , sino que les animo a levantarse y seguir andando. Sólo de los propios errores –y no siempre- es posible aprender.

miércoles, 19 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES



Hay dos personajes del Génesis que siempre despertaron mi atención: Lilith, que según la tradición fue la primera esposa de Adán -aunque no se la menciona en el texto-, y Luzbel o Lucifer, el ángel preferido de Dios. El nombre de Lilith procede del hebreo Lil que significa “noche”. Luzbel equivale a “resplandeciente”, Lucifer a “portador de luz”. Ambos personajes fueron castigados por desobedecer a Dios y revelarse contra Él. La destinada a ser madre de la Humanidad y su favorito, ¿por qué desobedecieron sus ordenes? Al parecer ella se negó a ser una esposa sumisa y complaciente, y el ángel trató de que Eva y Adán comieran los frutos del misterioso árbol de Edén, lo que, supuestamente, les habría convertido en inmortales y tal vez en dioses. Eva los tuvo en su mano e incluso llegó a morder uno, pero no llegaron a comerlos. Lo cierto es que ambos, Lilith y sobre todo Luzbel, que era el más cercano a Dios, se revelaron, y que la causa fue ese primer hombre creado en la tierra a imagen y semejanza de su creador. La posteriores interpretaciones son tantas y diversas que uno acaba enredado y confuso en la espesa maraña de supersticiones y símbolos. Las razones que tuvieron para desafiar al poder supremo las desconozco, pero el por qué se atrevieron a hacerlo es lo que me inquieta. No eran malvados entonces, ni estúpidos ni ignorantes. Sabían a lo que se arriesgaban, y aún así se revelaron. ¿Cuál fue la causa? ¿La envidia?  ¿Los celos? ¿La compasión? Nunca lo sabremos. Pero si seres con tales poderes y conocimientos comenten errores y se equivocan, ¿qué se puede esperar de nosotros?

martes, 18 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES

“Había un señor viudo que vivía con sus dos hijas curiosas e inteligentes. Las niñas siempre le cuestionaban todo, hacían muchas preguntas a las que el padre a veces sabía responder, pero en ocasiones no se sentía con la sabiduría suficiente como para aclarar las dudas que ellas manifestaban. Como pretendía brindarles la mejor educación, mandó a las niñas de vacaciones con un sabio que vivía en lo alto de una colina.
El sabio siempre respondía todas las preguntas sin siquiera dudar. Impacientes con el maestro, las jóvenes decidieron inventar una pregunta que él no pudiera responder correctamente.
Entonces, una de ellas apareció con una hermosa mariposa azul que usaría para engañar al sabio.
-¿Qué vas a hacer? –preguntó la hermana. –Voy a esconder la mariposa en mis manos y le voy a preguntar si está viva o muerta. Si él dice que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la mataré. Así, cualquiera que sea su respuesta, ésta será equivocada.
Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio que estaba meditando.
-Tengo aquí una mariposa azul, dígame, sabio, ¿está viva o muerta?. El sabio, serenamente, sonrió y respondió: -Depende de ti…ella está en tus manos…
Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debemos culpar a nadie cuando algo falla, somos responsables por lo que juzgamos bueno o malo. Nuestra vida está en nuestras manos, como la mariposa azul. Nos toca a nosotros escoger qué hacer con ella y hacernos cargo de las consecuencias.”


Como deja bien claro esta leyenda oriental, nuestra vida depende de nosotros, y no debemos excusarnos en nada ni en nadie, ni responsabilizar a los dioses, al azar o a nuestros semejantes, que influyen pero no son decisivos en ella. A la hora de decidir entre las dos opciones posibles, la mejor es siempre abrir la mano y dejar que la mariposa azul vuele a sus anchas. Seguir su vuelo hasta que caiga exhausta, sin exigirle más de lo que puede dar. Si alguien nos acompaña, mejor que mejor. Si no es así, con compañía o sin ella, lo importante es volar.

domingo, 16 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES

Suele ser habitual en FB, que a la hora de publicar un poema usemos casi siempre una fotografía, como si lo escrito no bastase y precisara explicación o apoyo visual. Y en ocasiones me asalta la duda de si los comentarios elogiosos y los “me gusta” van dirigidos a la foto o al texto.  Si el poema es bueno no necesita más imágenes que las que transmiten los versos. Si no lo es, primará la foto, que, dicho sea de paso, tampoco precisa texto alguno para ser comprendida. Esto se está convirtiendo en una especie de competición a ver quien tiene más comentarios y “me gusta”, y las fotografías son un gancho para atraer a más lectores. Tanto las etiquetas como las imágenes son un tipo de marketing bastante útil y, por supuesto, lícito, ya que es natural que todo escritor o poeta aspire a que lo lean el máximo de lectores posible. Incluso aquellos que se saltan las normas establecidas por los gestores de FB, y emplean trucos para poder etiquetar a centenares de agregados, están en su derecho a hacerlo. Pero no todo es cuestión de cantidad sino también de calidad, y deberíamos tener presente que lo importante no es competir para alimentar nuestro ego superando las cifras de otros, ya que hay quienes ponen “me gusta” por cortesía o compromiso sin molestarse en leernos, o, volviendo al principio, porque les gustó o les llamó la atención la foto. En fin, si los antiguos rapsodas y trovadores usaban instrumentos musicales como la lira o el laúd, nosotros, inmersos en la época de lo visual, usamos fotos y vídeos. Pues qué bien. Pero, antes y ahora, lo verdaderamente valioso es la poesía. Y la poesía, oral o escrita, se crea con palabras, y lo que cuenta es lo que somos capaces de transmitir con ellas: no lo olvidemos.

sábado, 15 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES

Bueno, pues esta historia, leyenda o cuento no sé si ya lo conté, pero por si acaso se me quedó en el tintero o en la memoria, aquí se lo dejo otra vez. Resulta ser que Zeus, padre de los dioses y jefe supremo del Olimpo, era muy dado a descender a la tierra, y a seducir a señoras y señoritas de buen ver. Estas no siempre le hacían caso, y sus trucos y artimañas para llevárselas al tálamo son dignas de otro “Buenas Noches”. En cierta ocasión andaba por un paraje inhóspito en medio de una gran tormenta, y buscó refugio en la humilde casa de una pareja de campesinos viejos y pobres. Estos no tenían mucho que ofrecer al forastero disfrazado de mendigo, pero quemaron la poca leña que tenían para que entrara en calor, y le dieron de cenar las pocas viandas que guardaban en la despensa. Tras calentarse y comer a gusto, Zeus, agradecido, decidió mostrárseles tal cual era, y ante la sorpresa de los viejecitos les dijo: Me habéis acogido y atendido tan bien que deseo recompensaros. Veo que sois muy pobres, pedidme lo que queráis y lo tendréis al instante. El hombre y la mujer, superada ya la sorpresa, se miraron el uno al otro y, sin dudarlo el viejo le dijo al dios: Ya ves que somos ya ancianos, y que tras toda una vida juntos la muerte pronto ha de separarnos. Lo material no nos importa, pero desearíamos permanecer siempre uno al lado del otro. El padre de los dioses, que lucía sus mejores galas y resplandecía como una cegadora estrella en medio de las estancia, se conmovió y les dijo: Si ese es vuestro deseo, que así sea. Nunca os separareis. Y tras agradecerles su hospitalidad abandonó la casa. Tiempo después, una noche, el viejo sintió que se moría, y mientras agonizaba vio que la piel se le endurecía y agrietaba, y lentamente se fue convirtiendo en árbol. Su mujer, incapaz de soportar la muerte de su compañero también enfermó y experimentó lo mismo. Él se convirtió en roble y ella en un tilo que lo abrazaba. Zeus cumplió su promesa, y donde veáis a un roble y a un tilo abrazándolo, pensad en esta historia, y en que, hasta a los mismos dioses el verdadero amor les enternece, y pueden convertirlo en eterno. 

viernes, 14 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES


Hace unos dos mil años los dioses griegos y sus equivalentes romanos, cuya única diferencia era el nombre, fueron vencidos por el cristianismo, y emprendieron un largo exilio del que tal vez nunca regresen. No obstante, su influencia en la cultura occidental es aún inmensa y continua vigente, sin duda porque reflejaban a la perfección los defectos y virtudes humanas. Nunca antes ni después la divinidad fue tan asequible como entonces. Descendían de su residencia, el Olimpo, y se unían a nosotros en el amor y en la guerra. Eran apasionados, compasivos y crueles, justos e injustos, y premiaban y castigaban caprichosamente. Se peleaban entre ellos, amaban, odiaban, traicionaban e incumplían sus propias reglas. Su poder no era ilimitado, y aunque inmortales, podían sentir dolor, y saborear tanto las mieles del triunfo como el acíbar del fracaso. En cierto modo los prefiero a los dioses únicos y omnipotentes que se mantienen alejados e indiferentes ante las calamidades y conflictos de la Humanidad. Creo que está de más decirles que mi preferida ha sido siempre Palas Atenea, a la que los romanos llamaban Minerva. De niño tuve celos de Ulises, su protegido, pero el que siempre tuviese un búho a su lado me consuela y dice mucho a su favor. En cualquier caso, ni que decir tiene que la prefiero al frívolo Cupido y a sus alocadas flechas. Esté donde esté quiero pensar que ella me guía y me protege, y que las letras que junto a diario la complacen, pues soy y seré mientras viva su más fiel servidor.

jueves, 13 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES

Todos, amigos y sobre todo comerciantes, se empeñan en recordarme que mañana es el día de los enamorados, y me preguntan qué voy a regalar y a quién. Mi respuesta es siempre la misma: no voy a regalar nada a nadie. Por fastidiar a los han convertido esta fecha en una bacanal de consumismo absurdo y desenfrenado, este para mí es el único día del año en el que no me apetece hacer regalos.

“San Valentín era un sacerdote que, hacia el siglo III, ejercía en Roma. Gobernaba el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, porque en su opinión los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras.
El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al emperador. Celebraba en secreto matrimonios para jóvenes enamorados (de ahí se ha popularizado que San Valentín sea el patrón de los enamorados). El emperador Claudio se enteró y como san Valentín gozaba de un gran prestigio en Roma, el emperador lo llamó a palacio. San Valentín aprovechó aquella ocasión para hacer proselitismo del cristianismo. Aunque en un principio Claudio II mostró interés, el ejército y el gobernador de Roma, llamado Calpurnio, le persuadieron para quitárselo de la cabeza.
El emperador Claudio dio entonces orden de que encarcelasen a Valentín. Entonces, el oficial Asterius, encargado de encarcelarle, quiso ridiculizar y poner a prueba a Valentín. Le retó a que devolviese la vista a una hija suya, llamada Julia, que nació ciega. Valentín aceptó y, en nombre del Señor, le devolvió la vista.
Este hecho convulsionó a Asterius y su familia, quienes se convirtieron al cristianismo. De todas formas, Valentín siguió preso y el débil emperador Claudio finalmente ordenó que lo martirizaran y ejecutaran el 14 de febrero del año 270. La joven Julia, agradecida al santo, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. De ahí que el almendro sea símbolo de amor y amistad duraderos.”

Esta es la historia que originó toda una tradición milenaria. Aunque en los países nórdicos se celebra porque esta es la fecha en la que se emparejan los pájaros, y ven en ello un símbolo de amor y creación. Y en la antigua Grecia, era cuando al dios Eros se le ofrecían regalos y ofrendas a cambio de sus favores.

Como para mí el amor no es cosa de un día, y a la persona amada hay que enamorarla todos y cada uno de los trescientos sesenta y cinco días del año, no a base de regalos sino de cariño, respeto y comprensión, no participo en esto, pero no tengo inconveniente en felicitar a todos los enamorados y desearles lo mejor. Que lo disfruten y les dure, amigos.

miércoles, 12 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES

En los últimos años no hago más que cuestionarme lo humano y lo divino, y en política, economía y religión me vuelvo cada día más escéptico y descreído. Poco trigo y mucha paja, demasiada paja. Nos pasamos gran parte de nuestra vida aprendiendo cosas que no sirven absolutamente para nada, que nos confunden y saturan tanto que acabamos siendo incapaces de distinguir la verdadero de lo falso. Me encantaría poder desaprenderlas, olvidarlas, borrarlas y regresar a los orígenes libre de tan pesada carga y, una vez liberado de prejuicios y medias verdades, replanteármelo todo de nuevo. Lo malo es que no es nada fácil deseducarse a uno mismo, o que nos deseduquen otros, y aun cuando fuera posible eliminar del consciente la basura que hemos acumulado por culpa de una especie de complejo de Diógenes cultural, el subconsciente y el inconsciente, también contaminados, volverían a hacerla aflorar. Sea como sea y cueste lo que cueste, merece la pena intentarlo, ya que si no olvidamos gran parte de lo aprendido nunca podremos saber lo que somos realmente.



martes, 11 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES

“Cierta vez soñé que era una mariposa, revoloteaba como los pétalos en el aire, me sentía feliz de hacer lo que quería y ya no me preocupaba de mí mismo. Pero hete aquí que no tardo en despertar, me palpo sin perder un instante, ¡y yo era Chuang Tzu! Y me pregunté: ¿soñaba Chuang Tzu que era la mariposa o la mariposa soñaba que era Chuang Tzu?”  Versión de Octavio Paz


También yo anoche soñé que paseaba de la mano de alguien a quien amé hace tiempo, por un parque alfombrado de hojas. Me sentí tan feliz, y fue tan real mi sueño, que ya despierto, como el filósofo chino me pregunto: ¿Soñaba entonces o es ahora cuando sueño?  Y aún voy más lejos: ¿mientras soñaba con esa persona, ella estaría soñando el mismo sueño? El corazón asiente complacido, la razón se subleva. "El entendimiento, vuelto sobre sí mismo, se destruye", afirmaba David Hume. Al igual que el protagonista de “La noche boca arriba” de Julio Cortazar, ignoro qué hago aquí escribiendo lo que titularé “Buenas Noches”, en vez de estar al lado de la mujer del sueño, contemplando la luna, besándola en silencio. Seguramente si me despierto volveré a estar con ella, y no apresado en esta habitación. Cómo añoro el parque, los jazmines, los robles, la alfombra de hojas por la que paseábamos cogidos de la mano. Lo real no puede ser esta pesadilla en la que me encuentro solo y perdido entre libros y papeles, tratando en vano de olvidar lo que soñé ayer.

lunes, 10 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES

Esta noche no tengo mucho tiempo –debería decir “ganas”- para escribir. Pero, por no defraudarles ni defraudarme a mi mismo, juntaré una pocas letras. Permítanme servirme mi copa de Oporto de cada noche… Gracias. Pues, como les decía, no siempre está uno inspirado, y las Musas son volubles y caprichosas. A menudo me pregunto: ¿Teniendo todo el día para meditarlo y escribir con calma, por qué te obstinas en escribirlo todo a última hora pese al riesgo que conlleva improvisar? La única respuesta que se me ocurre es que, si lo hiciera, los “Buenas Noches” dejarían de ser lo que son, un mero pretexto para charlar y reflexionar con mis amigos. Por tanto, por esta vez con lo ya dicho, vale, porque hoy no se me ocurre nada más. 

domingo, 9 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES


La poesía es más fácil escribirla que explicarla. Los poemas son como esos cuadros en los que los entomólogos clavan las mariposas. Palabras a modo de alfileres que ensartan ideas, emociones y sentimientos, para exponerlos en la pantalla o el papel. Para el poeta el lenguaje es el puente que lo une al lector. Y en el caso que este pueda, quiera y sepa cruzarlo, tendrá que buscar en su interior lo que refleja el texto, o no habrá magia. Dado que la distancia más corta entre dos puntos es la recta, cuanto más sencillo, directo y llano sea el lenguaje, mucho mejor. Si el objetivo es que nos lean y entiendan, carece de sentido complicarlo todo con florituras y arabescos. La belleza. -al menos la que a mí me gusta e importa-, suele ser sencilla y diáfana; y el amor, cuando es de verdad, también. Por ejemplo, si escribo: Hoy Eolo está enojado, la mayoría de ustedes entenderán que sopla fuerte el viento. Pero lo mismo que menciono al dios griego, podría mencionar a Fujin, Od, Wotan, Kukulcán, Vayu, Amón o Valú, que también son dioses del viento en otras culturas, y muchos tendrían que detenerse a consultar quién es. Pero la poesía debe leerse sin paradas innecesarias ni obstáculos a la comprensión del texto. Yo escribo para que me lean y me entiendan todos, no para poetas y eruditos. Y una persona no deja de ser culta por ignorar que Vayu era el dios del viento en la antigua Persia. De modo que, salvo excepciones muy puntuales, este juntaletras escribiría: Hoy sopla fuerte el viento, y a otra cosa. A quienes me consideran demasiado simple o vulgar juntando letras, les aseguro que puedo escribir de forma que no me entienda casi nadie, ni siquiera yo. Pero, ¿para qué?

jueves, 6 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES


Para los noctámbulos empedernidos la noche es el útero de los sueños, el postrero refugio de alguna desvalida esperanza. Lo mejor de mi vida lleva su negro sello. La luna fue testigo de amores, desengaños, ilusiones y desplomes del alma, que guardo en mi memoria cual mortales venenos y valiosas alhajas. Si pudiera grabar esas imágenes, y recoger el audio de las dulces palabras, de las muchas promesas que hice y que me hicieron en otras madrugadas, entenderían mi empeño en mantenerme despierto a estas horas. Tengo ya demasiados años para creer en imposibles, por eso sigo aguardando algún que otro milagro a pesar del cansancio, del escepticismo y de las canas. Sólo el cuerpo envejece. A estas horas en las que no se puede ni apetece parapetarse tras burdas excusas ni usar mascara, el corazón se abre y se ilumina, y emite con latidos un SOS que nunca llega a su destinataria.