lunes, 24 de febrero de 2014

BUENAS NOCHES

Ignoro –y tampoco me interesa saberlo- cuántas lunas me quedan de vida. Sean cuales fueren, espero aprovecharlas y evitarme tropiezos innecesarios.

El primero, y sin duda el más doloroso: Amar a quien no me ama. El segundo: Regalar mi confianza a alguien. La confianza no debe ser un regalo, hay que ganársela. Tercero: Confundir avispas con mariposas. Ambas tienen alas y vuelan, pero las mariposas carecen de aguijón. Cuarto: Desear en vez de actuar. Los deseos no pasan de ser meras posibilidades, en cambio, los actos son hechos que, aunque no sea en la dirección acertada, nos permiten avanzar. Quinto: Pedir peras al olmo. Además de ridículo es injusto pedírselas, porque no puede darlas y nunca las dará. Sexto: Creer que los sueños son un anticipo de la realidad. La realidad se basa en un cúmulo de probabilidades, y es fruto de la voluntad, de la constancia y del esfuerzo. Lo sueños son ilusiones y espejismos. Séptimo: Esperar sentado a que la puerta se abra. Si llamas repetidas veces y no se abre, o tratas de abrirla y no puedes, no pierdas tu tiempo ante ella. Como bien decía Borges: “Es la puerta la que elige, no el hombre.” 

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