martes, 10 de febrero de 2015

BUENAS NOCHES

Uno a veces escribe con guantes de seda y el corazón se le viene a los dedos. Esta noche escribo así. Lejos, porque todo lo que no sea tenerla al lado es una larga e insufrible distancia. Ha cumplido sus aspiraciones, ha realizado su sueño. Para mí siempre será la niña a la que acompañaba al colegio. La que en cierta ocasión, cuando me dejé las llaves en casa y toqué para que me abriera, me hizo un exhaustivo interrogatorio por el telefonillo, porque según me dijo después: “Hay que ser precautoria”. A esta maravillosa mujer, a la que quiero y valoro más que a mi vida, le deseo el espléndido futuro que se ha labrado y merece. Poco más puedo hacer por ella que verla con orgullo remontar el vuelo, derramar lágrimas de felicidad, celebrar su éxito y empezar a sentirme solo porque ya no me necesita. ¡Felicidades cariño!


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