sábado, 14 de febrero de 2015

BUENAS NOCHES


En la sociedad en que vivimos la verdad importa poco, incluso hay quienes niegan su existencia. No es nihilismo, porque el nihilista autentico no cree en nada, sino más bien oportunismo. Al afirmar que todo es relativo, equiparamos al bien con el mal, a lo cierto con lo falso, a la razón con la sinrazón. El becerro de oro de nuestros días, que tantos adoran, ya no se llama Baal sino Duda. Dudemos pues de todo y de todos. Para qué comprometerse y actuar si “al final todos calvos”, y “aquí vamos a estar tres días”. Amamos las mariposas pero destruimos las orugas. 

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