Vale, cambio de Buenas Noches, así a bote pronto y veremos
qué sale. Escrito desde el respeto y el cariño que me merecen mis amigos, pero
no quiero ni sé callarme lo que pienso. Miren, yo no etiqueto a nadie, no llevo
lo que escribo a sus muros, ni suelo comentar cuando en el mío me comentan algo
que he publicado. Acepto la crítica, sea positiva o negativa, porque ambas me
son útiles y necesarias, y las respeto. Ahora bien, no me digan sobre qué debo
escribir porque eso es inadmisible. Uno escribe sobre lo que siente en ese
momento o le apetece, y si a alguien no le gusta o le resulta inadecuado que se
lo salte y no lo lea. Que me disculpen mis amigos que sí son poetas, pero en
esta ocasión voy a considerarme uno de ellos, y pretender que un poeta escriba
para complacer a sus lectores es una aberración. ¿Por qué escribo sobre mis
sueños? Pues porque me importan y porque me da la gana hacerlo. Si a otros les
apetece leer otras cosas están en su derecho, pero no me pidan que las escriba.
Los que no vendemos nuestras letras no tenemos que plegarnos a las exigencias
de nadie. Podremos gustar más o menos, pero somos libres, y les aseguro que no
hay nada comparable a escribir sin condicionamientos y ataduras de ningún tipo.
Yo no sé escribir de otro modo, ni aceptaría hacerlo pensando en lo que me va a
reportar ya sea en dinero o en elogios. Y espero que quienes puedan sentirse
aludidos no se molesten, porque mi intención no es reprocharles nada sino
aclarar las cosas.
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