Está noche al salir a
la terraza, en uno de los ángulos de la puerta vi a una pequeña araña tejiendo
diligente su tela. Hilos como de plata, entrecruzados y brillantes, iluminados
por la luz de la luna que me delató su presencia. Por supuesto no le hice daño,
sólo la trasladé al patio y en él anda ahora reiniciando su obra. Nadie le
enseñó a tejerla, pese a lo cual le sale idéntica a la de sus
congéneres de hoy y de antaño. Sólo cuando despojados de la soberbia de
creernos los reyes de la Creación, observamos lo que nos rodea más como niños
que como “sabios”, percibimos tales maravillas y logramos servir para lo que
fuimos creados. Hace tiempo que me limito a admirar la naturaleza sin hacer
preguntas que ni yo ni nadie puede responder. Todos, desde la ballena azul
hasta la más diminuta bacteria, somos importantes y estamos aquí por algo y
para algo. Es cuanto necesito saber. Esa araña cuyo aspecto me inquieta y que
siempre es la mala del cuento, hace lo que debe hacer para sobrevivir. Yo la
respeto y ella me ignora y sigue en lo suyo. La luna continua su camino. Qué
sencilla y hermosa es la vida, y hay que ver cómo solemos complicárnosla y
complicársela a otros innecesariamente.
martes, 30 de junio de 2015
lunes, 29 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
Soy un enamorado de las
letras, las junto, juego con ellas, son mi válvula de escape y mi refugio. Por
las vocales empieza lo que para mí es esencial en la vida: La “a” de amor, la
“e” de esperanza, la “i” de ilusión, la “o” de olvido, y la “u” de humildad que
lleva delante una “h” a modo de silla en la que esperarla sentados para no
cansarnos. El lenguaje verbal y no verbal, los signos y los
gestos, nos permiten comunicarnos con nuestros semejantes, y, sobre todo,
pensar. Piensa antes y habla o escribe después. Es cierto lo que dijo André
Gide: “Muchas veces las palabras que tendríamos que haber dicho no se presentan
ante nuestro espíritu hasta que ya es demasiado tarde.” Pero también lo es que,
por precipitarnos tratando de ser ingeniosos y quedar bien, las convertimos en
auténticos disparates, o lo que es peor, en ácido o veneno. En nuestro bosque
son fundamentales las letras, sin ellas nada tendría sentido. Cuidémoslas con
esmero como hasta ahora, y hagamos que florezcan uniéndonos cada día más.
domingo, 28 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
Los antiguos griegos
entendían la vida como un río por el que navegamos hacia el Leteo, en el que
nos aguarda el Barquero para cruzarnos a la otra orilla. En esa breve travesía
perderemos todos nuestros recuerdos. Yo ni creo ni dejo de creer, pero, por si
acaso, cuando me muera que me pongan como a ellos una moneda en la boca para poder
pagar el viaje. A mí querida amiga Angela Bevilacqua y mí
nos gustan mucho estas leyendas que tienen un trasfondo de verdad. El lenguaje
de los símbolos es capaz de expresar más y mejor lo oculto y misterioso de la
existencia humana. Los dioses del Olimpo, apasionados, soberbios y caprichosos,
aunque mucho más cercanos a nosotros que los actuales, no eran omnipotentes y
aun a riesgo de despertar su cólera se les podía engañar. Imaginarlos en el
exilio me provoca como a Heine una compasiva melancolía. Si todo ocaso tiene su
punto de tristeza, el crepúsculo de los dioses paganos es más patético y
enternecedor. Ya sé que a la mayoría de la gente les traen sin cuidado estas
cosas, pero no está de más conocer lo que sin ser conscientes de haberlo
heredado forma parte de nosotros y condiciona nuestras creencias. Un árbol se
sostiene y sobrevive gracias a sus raíces. Cuanto más extensas y profundas sean
estas, mejor. Todo lo que somos y tenemos está en el presente, pero el suelo
que pisamos es la consecuencia de un pasado que no debemos olvidar. Lean o
relean la Ilíada, y no dejen que el cine que la simplifica y empobrece, les
prive de tan delicioso manjar.
sábado, 27 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
No se rían… o sí,
ríanse porque reír es bueno, pero les aseguro que en ocasiones me echo de menos
a mi mismo. Quizá sea debido a que no es fácil reconocerse todo el tiempo, ya
que al alma, como al sol, la tapan a veces negros nubarrones de tormenta, o
porque la conciencia no es un espejo tan benévolo y complaciente como aquellos
en los que nos vemos reflejados a diario. Decía Paul Valéry que “lo
más profundo que hay en el hombre es la piel” o lo que es lo mismo, los
sentidos. Pero los sentidos sólo son herramientas. Tras ellas está el ser
humano con sus luces y sombras, con sus cumbres y abismos. Cuando no me
encuentro, al único que se me ocurre buscar como punto de referencia es a aquel
niño que se despertaba al alba para subir a la azotea de su casa a contemplar
amanecer. Él se limitaba a admirar tan grandioso espectáculo sin hacerse
preguntas sobre el cómo y el porqué. Hemos olvidado admirar y jugar. Lo dije
anoche y lo repito ahora, sobra tanto equipaje. Más que aprender cosas nuevas
lo sensato sería desaprender la mayoría de las que creemos saber, que además de
no servir para nada suponen un estorbo y una pesada carga. Tal vez la causa de
no reconocernos sea el haber enterrado bajo la enorme losa llamada cultura la
capacidad que teníamos antaño para disfrutar y sorprendernos.
viernes, 26 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
Hay
dos cosas muy recomendables: la primera viajar ligero de equipaje; la segunda,
descargar de pesados lastres la conciencia. No somos caracoles ni murciélagos,
y por tanto no tenemos porqué llevar la casa a cuestas o refugiarnos en la
oscuridad. Las maletas y las mentiras condicionan el viaje y la existencia.
Sobra decir que cuando junto letras me estoy
hablando y recriminando a mi mismo. Por eso no valgo para predicador, ya que se
debe predicar con el ejemplo, y yo no soy ejemplar en nada ni pretendo serlo. A
lo que aspiro es a vivir lo que me queda de vida sin cargas innecesarias y a
plena luz. El precio a pagar es prescindir de lo superfluo y, en el peor de los
casos, la soledad. Totalmente asumible para los habituados a adaptarse a las
circunstancias. Resulta paradójico, pero quienes estamos acostumbrados a estar
solos –aun en compañía- no nos sentimos solos jamás.
Como es fin de semana y pueden dedicarle un minuto a
leerla, les adjunto esta historia:
“Diógenes,
el místico griego, se encontró con Alejandro Magno cuando este se dirigía a la
India. Era una mañana de invierno, soplaba el viento y Diógenes descansaba a la
orilla de un río, sobre la arena, tomando el sol desnudo.
Era un hombre hermoso. Cuando el alma es hermosa, surge una belleza que no es
de este mundo… Alejandro no podía creer la belleza y la gracia que tenía aquel
hombre y le dijo:
-Señor -jamás había llamado ”Señor” a nadie en su vida-, me ha impresionado
mucho su persona, además he oído hablar de su gran sabiduría. Me gustaría hacer
algo por usted, ¿Qué podría hacer yo por usted?
– Muévete un poco hacia un lado, pues me estás tapando el sol, esto es todo, no
necesito nada más – dijo Diógenes.
-Si tengo una nueva oportunidad de volver a la tierra, le pediré a Dios que me
convierta en Alejandro de nuevo y si esto no es posible, que me convierta en
Diógenes – dijo Alejandro
Diógenes se rió y dijo:?-¿Quién te impide serlo ahora mismo? ¿Adónde vas?
Durante meses he visto pasar ejércitos, ¿A dónde van? ¿Para qué?.
-Voy a la India a conquistar el mundo entero -dijo Alejandro.
-¿Y después qué vas a hacer? -preguntó Diógenes.
-Después voy a descansar.
-¿Estás loco.?Yo estoy descansando ahora. No he conquistado el mundo y no veo
que necesidad hay de hacerlo. Si al final quieres descansar, ¿por qué no lo
haces ahora? Y te digo más, si no descansas ahora nunca lo harás. Morirás. Todo
el mundo muere en el camino, en medio del viaje.
Alejandro se lo agradeció y le dijo que le recordaría, pero que ahora no podía
detenerse. Alejandro cumplió su destino de conquistador pero no le dio tiempo
de descansar antes de morir.” Ainoa Marco
miércoles, 24 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
“No sabemos lo que nos
pasa y eso es precisamente lo que nos pasa.” José Ortega y Gasset
El sabio consejo “conócete a ti mismo” atribuido a la poetiza griega Femonoe,
hija de Apolo y de la Sibila de Cuma, no es fácil de seguir. Lo que conozco de
mí no son más que unos cuantos datos autobiográficos y ciertos juicios de valor
viciados por la soberbia o la
modestia. Es inevitable que al autoanalizarme me exceda o me quede corto, y que
me influya lo que opinan sobre mí los demás. El resultado es una imagen confusa
y subjetiva que poco tiene que ver con el que soy en realidad. Cuando en
ocasiones alguien me pide que le hable de mí, no sé qué decir. Y al “me
gustaría saber como eres”, lo único que se me ocurre responder es que también
yo estaría encantado de saberlo. Tal vez porque no era hijo de ningún dios y me
resulta mucho más cercano, estoy de acuerdo con Ortega. Para encontrar la
solución primero deberíamos saber qué nos pasa. Femonoe olvidó darnos la
fórmula de su panacea. De nada sirve su “conócete a ti mismo” si ignoramos el
modo de lograrlo. Claro, para la hija de Apolo era coser y cantar. Así fue e
inventó el hexámetro que a los juntaletras nos resulta tan exquisito como
impracticable.
martes, 23 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
No estamos en otoño
pero me siento hoja a merced del viento. Y el aíre es caprichoso; juega, se
arremolina, acelera de pronto, nos arranca de la rama, y ya lejos del árbol no
hay donde sujetarse. Quien comparó al destino con el viento, acertó de pleno y
clavó la flecha en medio de la diana. En ocasiones límites hasta el más
descreído acaba creyendo en
fuerzas desconocidas, quién sabe si predeterminadas, ante las que sólo cabe
resignarse y rezar. La hoja caída lo primero que deja atrás es la soberbia, el
“querer es poder” y otros tópicos parecidos que tanto divierten o irritan a los
dioses. Entonces, si todo está escrito y es inalterable, ¿para qué
preocuparnos? No sé, tal vez porque si no escribir el texto, si nos es dado
cambiar algunos puntos y comas que de algún modo lo modifican. Algunos creemos
en la magia, no en la de una noche determinada sino en la de todas las noches
del año. Ayer la luna me hizo un guiño y dejó que la fotografiara. Hoy me he
pasado el día buscando la esperanza por todas partes, y como a veces me suele
suceder con los objetos, no la encontraba pese a tenerla delante de mí. No
siempre que miramos vemos lo que hay que ver.
jueves, 18 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
Supongo que porque es
en las celebraciones cuando más echo de menos a quienes ya partieron, mi
alegría se recubre hoy con un velo de tristeza. Este mes celebramos el primer
lustro del bosque que hemos ido creando día tras día con esfuerzo y paciencia.
Cada uno de nosotros ha donado sus mejores semillas, y nos sentimos felices y
orgullosos de que hayan fructificado. Sin ningún tipo de
protagonismo, porque el mérito es de cuantos nos reunimos aquí, y de quienes
estuvieron y ya no están o continúan estando de otro modo. Como somos muchos y
el bosque es más extenso de lo que parece, no es fácil que podamos conocernos
todos. Los hay que prefieren permanecer en silencio y pasar sin dejar huellas,
pero también aportan sus semillas y granitos de arena al visitarlo. Qué quieren
que les diga, en estos cinco años de intensa y enriquecedora convivencia he
vivido y disfrutado tanto que bendito el día en que tímidamente me asomé a esta
ventana virtual, global o como prefieran llamarla. Lo importante es que al otro
lado están ustedes, mis amigos, mi familia, mi gente, y por eso seguirá siempre
abierta de par en par. Propongo un brindis por nuestra amistad, y por Matilde,
Fernando, Lucy, José Francisco y Teresa. ¡SALUD!
martes, 16 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
Los antiguos creían que
nuestros antepasados se comunican con nosotros a través de los sueños, y como
“mis contemporáneos son los griegos”, yo también lo creo. Anoche soñé con mi
padre. En ocasiones les he hablado de él, que fue un hombre sencillo y bueno al
que todos querían y respetaban. Lástima no poseer sus virtudes para contrapesar
mis defectos. A lo que iba: Fue un sueño largo e intenso, de
los que se nos graban en la memoria de principio a fin con todo detalle.
Mientras le contaba estos últimos años de mi vida, él me miraba a los ojos en
silencio, más que escuchándome leyendo en mí cuanto le decía. Al acabar mi
relato, le pregunté: ¿Qué debo hacer? Y entonces, sólo entonces, sonrió y me
estrechó la mano: Quererte tanto como yo te quiero y continuar siendo tú mismo.
Esta mañana el cielo amaneció nublado, pero tuve un día luminoso y tranquilo, de esos en los que uno lleva el sol dentro.
Esta mañana el cielo amaneció nublado, pero tuve un día luminoso y tranquilo, de esos en los que uno lleva el sol dentro.
lunes, 15 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
Hay cosas en la vida
que vamos superando a duras penas, y otras, ya superadas, que hemos dejado
atrás y que, probablemente, vuelvan a repetirse. Todas han sido y son peldaños
de una interminable escalera, fáciles de subir o bajar en ocasiones, y en
otras, helados y resbaladizos bloques de hielo que no apetece siquiera pisar.
Ni el temor ni el cansancio deben detenernos. De sobra sé lo
duro que es levantarse después de una caída y cuánto apetece quedarse sentado
en tales circunstancias, pero es obligado y aconsejable seguir subiendo o
bajando, nunca se sabe. Aun sin tener muy claro a dónde vamos, porque detenerse
es morir y de eso ya habrá tiempo. Cuando alguno de los míos –que son tantos- o
yo mismo, perdemos el equilibrio y acabamos tropezando y cayendo, recuerdo lo
que de niño me decía mi abuela: “Tranquilo, que del suelo no pasas.” Y es
cierto, darnos de bruces contra el duro suelo de la realidad puede resultar
doloroso, pero lo bueno de tales experiencias es que de él no se pasa, y su
firmeza aporta paz y seguridad. Hay temas en los que debo repetirme, aun a
riesgo de resultar cansino, por si las letras que junto logran animar a
alguien. Ojalá así sea.
domingo, 14 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
Las tardes de los
domingos las aprovecho, entre otras cosas, para recapitular sobre las letras
que junto a diario. Como tampoco son tantas no me lleva mucho tiempo comprobar
lo que debí decir y no dije, y lo que habría sido preferible omitir y no
publicar. Ni lo uno ni lo otro tiene remedio, pero también de los errores se
aprende. De joven creía posible aplazar una foto o un poema, ahora
sé que aquello que no hago en el momento en que lo veo y lo siento se pierde
para siempre, porque, aunque lo retome más tarde, nunca me va a salir igual.
"Cosas de poca importancia", como solía decir León Felipe. Pero cada
loco con su tema, que si no lo hace feliz al menos lo entretiene. Hay Buenas
Noches que sólo son un pretexto para acercarme a ustedes a desearles un feliz
descanso y los más bellos y divertidos sueños. El de hoy es uno de esos.
sábado, 13 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
Veo el mundo a través
de cristales que se me empañan por momentos. A veces me pregunto si en realidad
lo veo o sólo lo imagino o recuerdo. Hay cosas que, afortunadamente, no
cambian. La mar sigue siendo la misma, somos viejos amigos y, cuando me acerco
a ella, nos reconocemos. Hasta diría que se alegra tanto de verme como yo me
alegro de verla activa y luminosa siempre. Señora de la vida y del
misterio. Inmenso y mágico útero del que nació todo lo que hoy anda, repta y
vuela sobre la tierra. Desde que tengo uso de razón, –no mucha, para qué
engañarles-, la he tenido cerca. Me crié en una playa, con la mar, la arena y
el sol por compañeros de juegos. Dos de mis amigos de entonces pagaron cara la
osadía de desafiarla. Mi padre, que la adoraba, me enseñó a respetarla mucho,
pero, como la conozco bien, no la temo. Es curioso, para los de tierra adentro
suele ser “el mar”, para los marineros y los que vivimos en sus orillas es “la
mar”. No sé si el masculino en este caso denota desconocimiento. Diría que si,
porque la mar es femenina al ciento por ciento. Como toda hembra, es bella,
sensible y generosa, aunque hay momentos en los que, si se enoja, sabe
mostrarse firme e intratable e incluso cruel. Cuando me muera no quiero ser
incinerado ni que mis cenizas las arrojen a sus inquietas aguas. Soy terrícola
y deseo reposar bajo la tierra para devolverle todo lo material que hay en mí.
Pero amo más a esta que ahora tengo ante mis ojos, que despertó mi libido con
caricias y besos de espuma, obsequiándome dos de los tres colores primarios, el
verde y el azul. El tercero, el rojo, me lo obsequió mi madre.
miércoles, 10 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
Hay seres destinados al
infortunio, a los que los dioses miran de reojo. Hagan lo que hagan, todo
cuanto emprenden está destinado a acabar mal. No son malos ni buenos, y salvo
en su contumaz y crónica mala suerte, en nada se diferencian del resto. Quién
sabe si, al igual que existen “atrapa sueños”, estas pobres criaturas llevan en
lo más recóndito de su ser
un lúgubre “atrapa penas”. Lo cierto es que hasta los más bondadosos y
altruistas acaban hartos de perder su tiempo tratando de ayudarlos a salir del
oscuro pozo que es su habitad natural. Caricaturas de Midas, cuanto tocan lo
convierten en tristeza, en plomiza y fría desolación. Suponiendo sea cierto que
existen otras vidas y justicia divina, en alguna le será concedida toda la
dicha que en esta les fue negada. No desesperes y no pierdas la fe, querido
amigo.
martes, 9 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
Como ya les conté en
cierta ocasión, soy un autodidacta, o lo que es igual, me eduqué y mal eduqué a
mi mismo. En las paredes de mi casa no hay títulos ni diplomas, y si tuviera
que redactar mi curriculum –hasta ahora nunca lo he hecho-, el apartado de
Formación Académica tendría que dejarlo en blanco. ¡Qué le vamos a hacer! No me
enorgullece ni me avergüenza
haber bebido directamente en las fuentes, sin orientadores ni intermediarios,
aunque tampoco se lo recomiendo hoy a nadie, ya que lo mucho o poco que sepan,
si no lo avala un papel firmado por un rey y un ministro, es agua de borrajas.
Antaño, el púrpura iba asociado a la sabiduría, la creatividad, la
independencia y la dignidad; Ahora es el color de los billetes de quinientos
euros.
Junto
estas letras mientras la luna, Venus y algunas estrellas surgen
resplandecientes del océano. Me agrada verlo así aunque no sea real. Pájaros
volando hacia sus nidos, flores que se cierran, niños y enamorados recorriendo
el paseo absortos en sus juegos. De todo cuanto me rodea me quedo con lo que no
cambia ni cambiará nunca. En el cajón de sastre de mi memoria encuentro lo que,
hace muchos años, escribió el poeta Alfred Tennyson: “Flor en el muro
agrietado, yo te arranco de tu tumba y te sostengo, raíz con raíz, tu todo con
el todo. Pequeña flor, si pudiera captar tu esencia, entendería qué es el
hombre, qué es dios.” Me emociona saber que, en la diminuta flor que acarician
mis dedos, están todas las respuestas. Ella me las transmite a su manera, pero
no logro entenderla... o quizá si.
lunes, 8 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
Las personas –yo, al
menos, para no caer en el error de generalizar- no tenemos compartimentos
estancos e impermeabilizados. La alegría y la tristeza, el buen humor y el
malo, se transparentan e impregnan lo que hacemos y decimos a diario. Somos
emisores y receptores de emociones y sentimientos, por más que, a veces,
preferiríamos ser esfinges. No solo las
palabras, la mirada y los gestos nos delatan; ausencias y silencios son
igualmente expresivos, o tal vez más. En varias ocasiones hemos hablado de las
máscaras y disfraces que, en nuestra sociedad carnavalesca, donde tanto se
valoran las apariencias, se ha vuelto una necesidad. Ser o no ser da lo mismo,
lo importante es aparentarlo. Admitamos que el camuflaje es un arte que a
algunos nos está negado. Y, por supuesto, exige talento y sacrificios. Que
quieren que les diga, con un mínimo esfuerzo puedo llegar a comprender a tales
“artistas”, pero no admirarlos. Una de las falacias que más me disgusta es la
de que “una mentira, si se repite mucho, acaba siendo verdad.” ¡Pues no y mil
veces no! Una mentira es lo que es y lo seguirá siendo aunque la mayoría la
crea y la dé por cierta. Los camaleones auténticos, son fascinantes; los
humanos que los imitan, acaban resultando patéticos.
sábado, 6 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
Teniendo al otro lado a
tantos seres queridos como acá, no me inquieta irme, o mejor dicho, regresar a
él. Seguro que un día todos estaremos juntos en ese lugar que ni siquiera logro
imaginar. Nuestras almas, que guardan celosamente el secreto de la existencia,
se reconocen y se citan en el misterioso “más allá” que algunos temen o niegan,
quizá porque se obstinan en basarlo todo en lo material y
temporal, desoyendo la voz que en su interior les habla de otra vida que la
razón desconoce y no puede explicar. ¿Acaso la oruga o la crisálida son
conscientes de que mañana serán mariposa y podrán volar? Respeto las creencias
y opiniones de quienes sobre esto saben lo que yo, que no sé nada. Lo que creo
o dejo de creer al respecto, carece de importancia. La duda y la esperanza no
son incompatibles, y ambas me permiten mantener el equilibrio. Lo hecho, hecho
está, y lo que ha de venir que venga cuando y como quiera, que lo estaré
esperando. Agua, pan y cariño es cuanto necesito en medio de este océano en el
que he navegado y naufragado tanto que apenas me asustan las tormentas ni me
entusiasman los cruceros paradisíacos. A lo único que aspiro es a estar en paz
conmigo mismo y a no dañar a nadie. Lo primero me cuesta bastante, de lo
segundo –al menos conscientemente y a propósito- me declaro incapaz.
viernes, 5 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
No solo somos lo que
hacemos sino también lo que decimos, siempre que lo digamos tal como nos surge
de lo más hondo, sin retocarlo con el PhotoShop de la retórica. Cada palabra,
cada frase o verso, tiene su propia luz. Fría o ardiente es la suya y así hay
que entenderla y aceptarla. Es absurdo tratar de embellecer la belleza.
Maquillar una rosa es afearla.
La experiencia nos despoja de la soberbia de creer que es posible mejorar lo
que a diario nos regalan las Musas y la madre naturaleza. Lo que a ellas les
llevó miles o millones de años crear, no hay talento humano capaz de superarlo.
Disfrutemos de tan valiosos regalos con humildad, y, en vez de apropiárnoslos,
compartámoslos porque son de todos. Al igual que la fotografía, la poesía se
escribe con luz. Con la luz que irradian los sentimientos. Abramos bien los
ojos como la más luminosa de las lentes, y dejemos que nos inunde el alma.
jueves, 4 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
¿Cuánto vive una
mariposa? Depende del tamaño, la especie, donde vive y en qué época del año se
convirtió en adulto. De una semana a un mes, y algunas –las más grandes- un
año. Setenta veces menos que los humanos y doscientas veces menos que ciertas
tortugas. Pero, ¿su tiempo es equiparable al nuestro? Por supuesto que no.
También para cada uno de nosotros,
dependiendo de la edad y las circunstancias, una hora se hace eterna y un año
se va en un suspiro. Lo importante no es lo que duramos sino vivir y aprovechar
el tiempo. Por desgracia nos damos cuenta tarde de lo valioso e irrecuperable
que es. Hasta el más avaro y codicioso de los hombres daría todo el oro del
mundo por una hora más de vida. Lo que por pereza he aplazado quizá no pueda
hacerlo nunca. Lo que debí decir y no dije, tal vez acabe bajo una helada losa
de silencio. Si por un clavo se perdió un reino, quien sabe lo que podemos
perder desaprovechando este momento. Aquí les dejo las letras que he juntado
mientras la mente y el cuerpo me pedían dejarlas para mañana. Aunque no son
gran cosa, me queda la satisfacción de predicar con el ejemplo.
miércoles, 3 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
La verdad es que
después de estos meses en los cuales sólo leía y hablaba conmigo mismo, ahora
me cuesta juntar letras y retomar el hilo de Ariadna de mis pensamientos. Hay
cerebros ordenados y diáfanos por los que da gusto transitar, y otros caóticos
y nublados, en los que es fácil desorientarse y perderse. El mío es de estos
últimos, una especie de
buhardilla atiborrada de trastos viejos sin valor ni utilidad práctica, que he
ido acumulando a lo largo de mi vida. Para entendernos: en este mundo
despiadadamente competitivo, andar así es como pretender competir en Formula 1
con una carreta tirada por bueyes. Cuando logras salir, tus competidores ya
llegaron. Pero qué gusto da ir despacio contemplando el paisaje y haciendo una
parada de vez en cuando. De modo que ténganme paciencia, que poco a poco
volveré a estar en forma, y ¡qué Dios nos coja confesados!
martes, 2 de junio de 2015
BUENAS NOCHES
Es posible vivir con
escasos medios económicos y algún que otro problema de salud. En lo afectivo,
uno puede tener el corazón maltrecho e incluso roto, y seguir adelante. Pero
sin esperanza no hay quien viva. Da igual que esa pequeña luz lejana y difusa
parezca inalcanzable, porque el mero hecho de percibirla, de saber que existe, reconforta
y ayuda a superar los baches en la oscuridad. Recuerdo
los versos de Almafuerte: “¡Todos los incurables tienen cura / cinco minutos
antes de su muerte!” Es preciso creerlo por más que las estadísticas afirmen lo
contrario, ya que sin fe no hay milagros. Para los amantes de lo tangible y
racional, la esperanza no pasa de ser un espejismo engañoso que nos desvía y
distrae. Olvidan que también es un estímulo cuando la realidad no invita al
optimismo, o un analgésico para los dolores del alma. Todos, sin excepción,
tenemos esperanzas en algo o en alguien. Algunas absolutamente inconfesables. A
veces las del prójimo nos suelen parecer ilusorias y hasta ridículas comparadas
con las nuestras, pero, en definitiva, las propias y las ajenas son caramelos
de distintos sabores que nos endulzan el día a día. Pues eso, que cada cual
elija y disfrute el suyo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)