miércoles, 3 de junio de 2015

BUENAS NOCHES

La verdad es que después de estos meses en los cuales sólo leía y hablaba conmigo mismo, ahora me cuesta juntar letras y retomar el hilo de Ariadna de mis pensamientos. Hay cerebros ordenados y diáfanos por los que da gusto transitar, y otros caóticos y nublados, en los que es fácil desorientarse y perderse. El mío es de estos últimos, una especie de buhardilla atiborrada de trastos viejos sin valor ni utilidad práctica, que he ido acumulando a lo largo de mi vida. Para entendernos: en este mundo despiadadamente competitivo, andar así es como pretender competir en Formula 1 con una carreta tirada por bueyes. Cuando logras salir, tus competidores ya llegaron. Pero qué gusto da ir despacio contemplando el paisaje y haciendo una parada de vez en cuando. De modo que ténganme paciencia, que poco a poco volveré a estar en forma, y ¡qué Dios nos coja confesados! 



No hay comentarios:

Publicar un comentario