martes, 29 de abril de 2014
BUENAS NOCHES
Me van a perdonar –ustedes me tienen muy mal acostumbrado, y siempre me
perdonan- que les hable de mí. Ya sé que no paro de hacerlo, pero, salvo para
elogiarlos, prefiero no hablar de los demás. No por diplomacia, sino porque
creo que es mejor no usurpar la voz de nadie, y cada uno conoce y debe narrar
su propia historia. Nada más lejos de mí que ser historiador, y menos aún,
juez. Soy demasiado ingenuo y respetuoso para contar o juzgar lo ajeno. Por
suerte o por desgracia, aprecio tanto a mis amores, a mi familia, a mis amigos,
a mis acreedores y deudores, que jamás me atrevería a hurgar en ellos. Conmigo
hago y deshago a mi antojo. De mi vida cuento aquello que me apetece, porque es
mía, porque me estoy yendo, y ya no aspiro a conquistar a nadie ni a recompensa
alguna. Como la mayoría, he vendido humo, he sido vanidoso, he mentido. Ahora
no vendo nada, asumo mis defectos, y no necesito mentir. En fin, he sido y soy
humano.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario