Todo está en silencio, y el silencio no es la falta de
sonidos sino de ruidos, y aunque parezca lo mismo, no lo es. La música de los
grandes compositores, la lluvia, el viento, el mar, el canto de los pájaros, la
voz o la risa de la persona amada, navegan el silencio sin alterarlo ni
romperlo. Tampoco las definiciones de frío o calor son exactas. Yo me he
sentido helado en pleno verano, y sofocado en invierno. Depende de cómo te
sientas, de con quién estés y de lo que estés haciendo.
En los últimos días estoy, como mi amiga la luna el pasado
martes, en pleno eclipse. Los míos suelen durar más, y se reflejan en lo que
escribo, pero tampoco tienen consecuencias. Cuando entre la realidad y yo se
interpone el pasado, mi vida se ensombrece. Imagino que, con mayor o menor
frecuencia, nos sucede a todos, y no hay razón alguna para sentirse triste o
apesadumbrado. Selene no cambia por vestirse de negro o de rojo durante unos
minutos, y este juntaletras continuará siendo el mismo después de ver pasar
ante sus ojos a la que ayer fue un sol, y hoy, apagada, sólo es el recuerdo de
un recuerdo.
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