De
vez en cuando prefiero quedarme quieto y en silencio leyendo y escuchando
música. No todo el mundo lee hoy “El hombre que ríe” de Victor Hugo mientras
escucha los nocturnos de Gabriel Fauré, lo cual es comprensible sin dejar de
ser una lástima. Hay escritores y poetas que todos conocen y muy pocos leen;
compositores a los que, por desgracia, no se les presta oído. Créanme que merece la
pena recuperar libros y partituras de antaño que ya no están de moda. Antes,
cuando era difícil y costoso hallarlos, algunos lo hacíamos. Hoy, que es fácil
y gratuito hacerlo, que la cultura está al alcance de todos, cada vez son menos
los que dedican tiempo a rescatarlos del olvido. Sólo interesa lo último, lo
novedoso, que no siempre es la mejor opción. Además de lo que nos tratan de
vender a diario empresarios y críticos, existe un universo rico y asequible que
convendría explorar. Nunca es tarde para empezar. Inténtenlo y me cuentan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario