jueves, 13 de agosto de 2015

BUENAS NOCHES


Confiábamos en tenerlos siempre a nuestro lado, y como a hojas en un inesperado otoño la muerte se los llevó del árbol de la vida. Cuántas cosas quedaron por decir y compartir; cómo duele aquello que aplazamos entonces pensando en que sobraba tiempo. Ahora ya es tarde para dar ese abrazo pendiente; para regalar los oídos y el alma de los que se nos fueron con un “te quiero” cálido y merecido. Aunque los siento en mí, los pienso, los recuerdo, los quiero y no se han ido del todo, sé bien que no es lo mismo. Por eso no debemos perder ni un segundo en discusiones y equívocos, ni alejarnos de los que queremos y nos quieren, ni dejar para mañana el anhelado encuentro. Mañana puede ser demasiado tarde; mañana quizá no llegue nunca. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario