viernes, 21 de noviembre de 2014

BUENAS NOCHES


Mi pareja de hecho, la soledad, y yo, hemos solventados ciertas discrepancias que enturbiaban nuestra relación. Pese a no ser celosa, me exige un cierto orden en mi vida y que le dedique parte de mi tiempo. No ve mal mis escarceos amorosos y entiende que le sea infiel de vez en cuando, pero reivindica su espacio y, en determinados momentos, no soporta que nadie usurpe su lugar. Ambos sabemos que somos inseparables y que la necesito más que ella a mí. A estas horas nos gusta compartir lecturas, música y silencio, y nos sobran terceros. Llevamos toda una vida juntos y la amo, aunque, a veces, prefiera la compañía de otra de mi misma especie capaz de ofrecerme alma y cuerpo. En tales casos, se va, se desvanece, pero siempre regresa sin hacerme reproches, y finge ser mujer cuando me nota triste y se da cuenta de a quién echo de menos.

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