sábado, 15 de noviembre de 2014

BUENAS NOCHES


¿Y si no fuera cierto? Desde que me hice esta pregunta por primera vez, allá en la adolescencia, hasta hoy que me la hago varías veces al día, sigo abriendo el amplio y oscuro abanico de dudas e incertidumbres sin resultado alguno, porque nada ni nadie puede garantizarnos que lo que en este preciso instante es,  no deje de serlo en pocos segundos, y ni siquiera que ese “es”, tan contundente y tranquilizador, no sea un mero espejismo. Pero necesitamos apoyarnos en algo y es casi inevitable creer en ello, aunque luego se hunda bajo nuestros pies. Nuestras vidas no son ecuaciones matemáticas que, de un modo u otro, podamos resolver con exactitud. Además de la nuestra hay otras voluntades en juego y, cómo no, el caprichoso azar haciendo de las suyas. Por eso prefiero más improvisar que planificar las cosas, sobre todo cuando el resultado no depende sólo de mí. Lo improbable me excita, lo probable me acaba agobiando, y no hay nada seguro. Ante tanto ¿y si no fuera cierto?, no queda otra que asumir el riesgo y quitarle el “no” para seguir viviendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario